Este lunes 27 y martes 28 los niños y niñas del Jardín Hispano Británico, nuevos y no tan nuevos, vivieron junto a sus padres, su período de inducción, dónde conocieron sus salas, a sus tías y educadoras, los baños y todos los espacios que los acogerán desde el día 1 de marzo.

Según Francisca Velasco, Psicóloga del programa Chile Crece Contigo, el ingreso al jardín infantil es para la mayoría de niños y niñas el primer espacio fuera del contexto familiar al cual deben insertarse. Por primera vez se separan de sus padres o de otros adultos significativos durante varias horas. Es un hito por el que todos pasamos. Un proceso inevitable, y al mismo tiempo necesario. Por otra parte, si el niño o niña ha asistido regularmente al jardín infantil o sala cuna, luego de un período de vacaciones extenso, es muy probable que “olvide” casi por completo la rutina que tenía. Es por ello que esta inducción resulta relevante ya que considera el regreso a clases con anticipación y prepara a los pequeños y pequeñas para ello como si fuera la primera vez, considerando también las emociones que surgen en ellos y en los demás miembros del grupo familiar respecto del proceso.

Cada niño y niña es diferente. Pero para la mayoría, el inicio del jardín o del año escolar está lleno de incertidumbres y cada uno de ellos necesita de una presencia cercana de adultos en quienes confían para que los ayuden a enfrentar esta nueva experiencia.

Incluso, para niños y niñas que ya han asistido el año anterior al jardín o colegio, iniciar un nuevo período no es necesariamente una tarea fácil. Muchas veces los compañeros o los adultos son personas nuevas, los espacios cambian o se encuentran con nuevas situaciones.

Damos la bienvenida a la comunidad JHB a todos nuestros nuevos niños y niñas y a sus padres; esperamos que su vida escolar que inicia sea lo que esperan y mucho más.